Un laboratorio para activar los sentidos. En estas cocina y comedor, la arquitecta Augusta Pastor y el artista plástico Santiago Roose devolvieron las paredes a su concreto expuesto. En lugar de colocar elementos en los ambientes, se los sacó.

“Quisimos intervenir con lo mínimo posible, como si pudiéramos llegar a este espacio y habitarlo solo con lo más indispensable”

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